332 p., 14 x 20 cm., rústica / Poesía. / 1° ed. Rosario , Editorial Ciudad Gótica, 2005.

9789879389942

En este Tomo III de "Palabras a mano", Hugo Diz reúne cinco libros concebidos entre 1998 y 2001 que permanecían inéditos hasta ahora. "Que las flores vengan a mí" (1998), "Cordeles" (1999), "Apuntar al índice" (2000), "Ludir" (2001) y "Sin decirlo esta canción dirá tu nombre" (2001) conviven sin tocarse en el volumen. Los separan páginas en blanco y señales tipográficas. Los separan sus formas libres o regladas por métricas y rimas más estrictas. Los separan sus temas compartidos, sus complicidades y deudas literarias. Sin embargo, hay una música particular que los enhebra y amalgama en sus distancias. Un eco de palabra frotada contra otra palabra, como si se tratase de piedras o maderas secas. A lo largo de la obra, el detalle resuena, mostrando una misma escena contada una y otra vez a partir de sus elementos mínimos. Diz economiza recursos pero no evita el humor (un poco ácido, quizás) ni la crítica.
Y hace aparecer, siempre, la pregunta acerca del poeta y su lugar en la sociedad. Sociedad que a veces prefiere empañar el espejo para verse "como todos le decían que había sido" y construye su última versión de un pasado que de ninguna manera alcanza para conformarse. El poeta cómplice reparte fotografías de pan entre los hambrientos.
Entonces, ¿quién camina por sus "propios huecos de silencios, de espacios, de quebrantos ajenos"? El poema es un canto agradecido y belleza no prevenida por la experiencia, Etapa madura en la labor de un artista que según Eduardo D 'Anna: "trasciende la personalísima impronta de esta lírica, una de las más importantes, no sólo de Rosario, sino de Hispanoamérica".
Andrea Ocampo