de: Olga Rango

Número de páginas: 152
Peso: 200 gramos
Formato: rústica 15 x 22 cm
Edición: 2023
Idioma: castellano
ISBN: 9789875975309
Editorial: CGEDITORIAL

Laura era una adolescente que se enamoró, y ese amor (no correspondido) solo le trajo una desdicha muy grande. Vivió la mitad de su vida tratando de poner parches a su corazón roto. Pero el infierno en que se transformó su vida desde ese momento, parecía que nunca más tendría fin.
La vida pareció mostrarle un remanso cuando dejó su pueblo y su familia, sin mirar para atrás, y jurando que nunca más volvería a ese lugar. Pero los lugares no son los causantes de las penas de amor, sino las personas.
 Le llevó tiempo y un nuevo y gran desengaño para darse cuenta de eso. Y ver lo injusta que había sido con sus padres, que al fin solo rogaban que Laura consiguiera calmarse y encontrar sosiego para su corazón.
Tal vez el destino compense un día todo el mal que le hizo, entrecruzando los hilos de una manera menos dolorosa.
Quizás ahora los hilos empiecen a desenredarse y puedan tejer una nueva historia, suturando, de paso, heridas, y floreciendo en esperanzas nuevas, como lo hace el naranjo cada año, cuando se llena de azahares.

 

Una vez. Un día // Olga Rango

$12.000,00
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Formato: rústica 15 x 22 cm
Edición: 2023
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ISBN: 9789875975309
Editorial: CGEDITORIAL

Laura era una adolescente que se enamoró, y ese amor (no correspondido) solo le trajo una desdicha muy grande. Vivió la mitad de su vida tratando de poner parches a su corazón roto. Pero el infierno en que se transformó su vida desde ese momento, parecía que nunca más tendría fin.
La vida pareció mostrarle un remanso cuando dejó su pueblo y su familia, sin mirar para atrás, y jurando que nunca más volvería a ese lugar. Pero los lugares no son los causantes de las penas de amor, sino las personas.
 Le llevó tiempo y un nuevo y gran desengaño para darse cuenta de eso. Y ver lo injusta que había sido con sus padres, que al fin solo rogaban que Laura consiguiera calmarse y encontrar sosiego para su corazón.
Tal vez el destino compense un día todo el mal que le hizo, entrecruzando los hilos de una manera menos dolorosa.
Quizás ahora los hilos empiecen a desenredarse y puedan tejer una nueva historia, suturando, de paso, heridas, y floreciendo en esperanzas nuevas, como lo hace el naranjo cada año, cuando se llena de azahares.