100 p., 14 x 22 cm., rústica / Poesía / ISBN 9789873670305 / Serapis, 2022.

Traducción de Héctor Aldo Piccoli
Prólogo de Sonia Scarabelli
Annette Von Droste-Hüslhoff es prácticamente desconocida en el mundo hispanoamericano. Considerada la poeta alemana más importante del siglo XIX, fue una figura aislada e independiente. Su estilo participa de la sensación romántica de precariedad en un mundo de peligro y misterio. Sin embargo, su poesía no tiene nada de la vaguedad emocional ni de la dulzura del sonido de aquel movimiento.
En Estampas de la landa, su registro preciso de la realidad denota una extraordinaria percepción sensorial, un oído hipersensible, un sentido táctil agudo y un ojo que expande su mirada macroscópica sobre lo diminuto. De esa manera otorga materialidad a su Westfalia natal: un espacio poético en movimiento, habitado, sonoro y pleno de color; un espacio vivo, marea inagotable de lo mínimo.
Los modos musicales, la manera entre ligera y grave que adopta todo este despliegue -leído y presentado por Sonia Scarabelli- son recuperados con cuidadosa orfebrería por la traducción de Héctor A. Piccoli.

Estampas de la landa // Annette Von Droste-Hüslhoff

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100 p., 14 x 22 cm., rústica / Poesía / ISBN 9789873670305 / Serapis, 2022.

Traducción de Héctor Aldo Piccoli
Prólogo de Sonia Scarabelli
Annette Von Droste-Hüslhoff es prácticamente desconocida en el mundo hispanoamericano. Considerada la poeta alemana más importante del siglo XIX, fue una figura aislada e independiente. Su estilo participa de la sensación romántica de precariedad en un mundo de peligro y misterio. Sin embargo, su poesía no tiene nada de la vaguedad emocional ni de la dulzura del sonido de aquel movimiento.
En Estampas de la landa, su registro preciso de la realidad denota una extraordinaria percepción sensorial, un oído hipersensible, un sentido táctil agudo y un ojo que expande su mirada macroscópica sobre lo diminuto. De esa manera otorga materialidad a su Westfalia natal: un espacio poético en movimiento, habitado, sonoro y pleno de color; un espacio vivo, marea inagotable de lo mínimo.
Los modos musicales, la manera entre ligera y grave que adopta todo este despliegue -leído y presentado por Sonia Scarabelli- son recuperados con cuidadosa orfebrería por la traducción de Héctor A. Piccoli.